22 Feb La importancia de los cursos de defensa personal
Cada vez son más los profesionales que se lanzan a dar sus propios cursos de defensa personal debido a la creciente demanda y el interés que muchas personas tienen sobre esta práctica. Sin embargo, aún hay mucho desconocimiento en torno a esta habilidad que puede aportar a quienes la practican una gran cantidad de recursos indispensables para su vida diaria. Esto es lo que descubriremos hoy para que las personas que están interesadas le pierdan el miedo a un entrenamiento que podemos tildar ya de indispensable.
Está claro que el momento actual que estamos viviendo es delicado. La violencia está presente cada día y parece una cuestión de supervivencia saber protegerse. Sin embargo, la defensa personal va mucho más allá de estar preparado para una posible agresión. Aporta, a quienes la practican, una serie de recursos que les benefician a nivel psicológico, algo en lo que tal vez jamás nos habíamos parado a pensar.
La importancia del Kung-Fu para los niños
Son muchas las artes marciales que incluyen la defensa personal en su entrenamiento. No obstante, como su nombre suele ser Kung-Fu, por ejemplo, no consideramos que sean lo mismo. En la actualidad, muchos niños practican este deporte y desde aquí queremos concienciar sobre la importancia de iniciar a los más jóvenes en cualquier actividad física desde edades tempranas.
Sin duda, un niño que aprende artes marciales o defensa personal desde pequeño adquirirá una serie de habilidades que integrará de manera natural. Pero esto no significa que se vaya a volver un niño violento. Todo lo contrario. Las artes marciales y la defensa personal no incitan a la violencia. Solo ofrecen unos recursos que, si se da una situación concreta, pueden ser de gran ayuda para proteger la vida.
Cada vez más en las escuelas e institutos se habla sobre el bullying, agresiones físicas y psicológicas hacia niños que se encuentran en una etapa de su desarrollo bastante delicada. Cualquier golpe ya sea físico o que tenga un impacto en su autoestima puede tener graves consecuencias. Por eso, ser diestro en herramientas de defensa personal les proporcionará una seguridad y confianza en sí mismos que les permitirá protegerse no solo física, sino también psicológicamente.
El impacto de la defensa personal en la autoestima
Hemos hablado muy por encima de que aprender a defenderse puede tener un impacto que va mucho más allá de solo saber cómo protegerse de una agresión y es que la defensa personal proporciona algo sumamente importante: seguridad. Sentirse seguro de uno mismo permite tener otra actitud en la vida diaria y, aunque parezca no tener importancia, en algunas situaciones concretas esto puede marcar la diferencia. Pongamos un ejemplo.
Imaginemos que una persona pasa por un grupo de gente con la cabeza gacha y pensando ya en qué le van a decir. Aunque no sea consciente, su cuerpo está hablando y ya está transmitiendo temor e inseguridad. Por lo tanto, es bastante probable que le digan algo o se metan con ella. ¿Qué sucede si en lugar de mostrar esta actitud, esa persona pasa por ese grupo erguida, tranquila y caminando con seguridad? La situación cambiará radicalmente. Es muy posible que no le dirijan ninguna palabra y que, ni siquiera, se fijen en ella. ¿Por qué? Porque esto denota que tiene una buena autoestima, que confía en sus capacidades, que se siente segura de sí misma. Esto se puede lograr gracias a la defensa personal.
Las diferentes habilidades que se pueden adquirir en este entrenamiento para salir de una situación de violencia no significa que se vayan a poner en práctica siempre. Es más, no tiene por qué suceder nada. Sin embargo, la actitud, a medida que se avance y se perfeccionen los conocimientos, sí cambiará. Esto ya es mucho. Es un cambio muy grande.
Nadie quiere verse en una situación de violencia
Algo que debemos tener claro es que nadie quiere verse en una situación de violencia, independientemente de que sepa artes marciales o no. Por eso, a pesar de contar con las destrezas necesarias para poder salir de una situación así, en defensa personal lo que se intenta transmitir a las personas es que solo deben poner en práctica lo que saben si alguien les va a agredir, ya que este entrenamiento no es un arma.
Así como cuando alguien aprende primeros auxilios no desea que nadie se atragante, ahogue o le pase cualquier percance en el que tenga que hacer uso de sus habilidades, en defensa personal ocurre exactamente lo mismo. Es un recurso de último momento cuando no hay posibilidad de resolver la situación de otra manera. Por eso, en este entrenamiento se practica la defensa y huida, realizando ejercicios que permiten aumentar la resistencia y fortalecer los músculos. Asimismo, también se enseña a inmovilizar al atacante para poder pedir auxilio. En ningún momento la defensa personal fomenta la violencia.
Aprender a valorar una situación
Un aprendizaje importante dentro de la defensa personal es saber valorar las situaciones. Por ejemplo, si son dos personas las que están intentando agredir a otra, se deben tener en cuenta algunos aspectos que pueden marcar la diferencia entre poder escapar o quedar atrapados. Veamos algunas de ellas:
- Nunca dar la espalda a los agresores: no importa si son dos o más, hay que mirar hacia cada uno de ellos sin darles la espalda para determinar cuál es la mejor estrategia que llevar a cabo.
- Elegir la salida más cercana: si una persona tiene dos agresores delante de ella, debe siempre intentar acercarse a la salida que tenga más cerca. Su objetivo tiene que ser escapar de esa situación tan desagradable.
- No agazaparse en una esquina: en el caso de que alguien esté siendo acorralado, dirigirse hacia un rincón es un error. Debe ver dónde hay una puerta o una salida e intentar estar lo más cerca posible de allí para poder salir.
¿Eras consciente de que la defensa personal podía ayudarte tanto en cuestiones de seguridad, confianza y autoestima? ¿Tenías la creencia errónea de que promueve la violencia? Esperamos que este artículo te haya podido resolver algunas dudas y te animamos a asistir a alguna clase. ¡La primera es gratuita y sin compromiso!